Medir el desempeño laboral, en sí implica determinar el performance del talento humano, tanto individualmente como de equipo de trabajo, ello conlleva a establecer los parámetros de rendimiento de los colaboradores en el logro de los objetivos organizacionales, de allí la necesidad de diseñar e implantar un sistema de evaluación propio de cada organización, que si bien estaría enmarcado en los modelos teóricos existentes, tendría elementos característicos de la gestión empresarial, vinculados a los perfiles y descripciones de cargos, incluso integrado a la cultura organizacional. Por otro lado, cuando mencionamos sistema de evaluación, lo vemos como instrumento multipropósito en su aplicación y obtención de resultados, ya que además de poder ofrecer feedback a los colaboradores, lo cual es de suma importancia, entendiendo que todo colaborador necesita conocer los resultados y valoración obtenida en su desempeño, de acuerdo con periodos determinados de tiempo, a la ves la empresa puede realizar planes de formación, promociones internas, conformar equipos de alto desempeño que se complementan basados en la actuación laboral. En concreto ofrece multiplicidad de información que propicia condiciones de retroalimentación enfocados en el rendimiento y desarrollo del talento humano, para diseñar escenarios que potencialice las competencias de los colaboradores y un alto valor engagement.